03 febrero 2007

Gatidad

















La gata entra en la sala donde estamos reunidos.

No es de angora, no es persa
ni de ninguna marca prestigiosa.
Más bien exhibe en su gastada pelambre
toda clase de cruces y bastardías.

Pero tiene conciencia de ser gata.
Por tanto
pasa revista a los presentes,
nos echa en cara un juicio desdeñoso
y se larga.

No con la cola entre las patas: erguida
como penacho o estandarte de guerra.

Altivez, gatidad,
ni el menor deseo
de congraciarse con nadie.

Duró medio minuto el escrutinio.

Dice la gata a quien entiende su lengua:

Nunca dejes que nadie te desprecie.

(José Emilio Pacheco)



Esta es Nina, la orgullosa gata verdulera del barrio de Palermo en Buenos Aires.


8 comentarios:

bandala dijo...

¡Eh! Lo de gata verdulera es poco cumplido para esta Ceres felina. ¡Y posa como si estuviera en pasarela!
Muy buen poema + muy buenas fotos.

Abrazos!

Anónimo dijo...

Lindas as fotografias. E lindo o poema... :)

escorpiaotinhoso dijo...

Que linda NINA essa. Também temos cá uma NINA, siamesa que fará 18 anos em Março...

Gatopardo

escorpiaotinhoso dijo...

Li novamente o poema. Muito adequado ao conceito de GATIDAD...

Gatopardo

gatosecaes dijo...

te doy toda la razon del mundo. Felices Pascuas.

PS: ahora empezé a leer John Gray, en inglés "straw dogs: thoughts on humans and other animals"

Un beso muy grande desde Portugal

Teresa Freitas dijo...

Olá! que é feito de ti? gosto muito do teu blog e das tuas histórias de gatos! estimo que esteja tudo bem. Um abraço.

Gatos y Garabatos dijo...

teresa freitas,

Gracias por escribir y por tu preocupación, prometo actualizar en estos días. Mi ausencia se debe sólo a falta de tiempo y ánimo, algo que está siendo superado ;)
Hasta prontito!

Un abrazo desde Buenos Aires.

Anónimo dijo...

Querida Galufi:
Por uno de esos azares he caído en tu gatuna página.
Me gusta pasearme por la red perezosamente, dejándome llevar por los hipervínculos y sorprendiéndome con los que hay detrás de esas palabras escritas en azul y subrayadas, que hacen que las flechas se conviertan en manos y te lleven, como Alicia, a ver qué hay en lo profundo del hoyo.
Me dejé fascinar por tus gatos y tus historias.
Yo tengo una gata (Malbec) que encontré de cachorra, sucia, mojada, hambrienta y llena de pulgas una fría mañana de invierno. Malbec tiene el pelo cortísimo, blanco y negro, y una personalidad muy altanera: mira a todo el mundo con displiscencia, como si fuésemos seres inferiores -algunos sí lo son, caramba- pero es curioso (o tal vez no) que sea solamente por mí por quien se deja hacer todos los mimos, con quien se permite ronronear y a quien le concede la deferencia de acostarse en su cama (y eso que en casa somos muchos!!!).
Voy a tomar el atrevimiento de recomendarte un libro, seguramente ya lo has leído, pero tal vez quienes te leen encuentren en él la fascinación de adentrarse en una novela escrita por un gato: "Felidae" de Akif Pirinçci. Dí con ese libro una tarde lluviosa en una feria de Colonia. Una maravilla.
Un cálido saludo desde la fría Necochea de julio, mientras tomo un café en pijama y Malbec desde mi falda ni se entera.
Mariana