
“No hay un solo hombre que no sea un descubridor. Empieza descubriendo lo amargo, lo salado, lo cóncavo, lo liso, lo áspero, los siete colores y las veintitantas letras del alfabeto; pasa por los rostros, los mapas, los animales y los astros; concluye por la duda o por la fe y por la certidumbre casi total de su propia ignorancia.”
Jorge Luis Borges
Muchas veces Gala se sienta sobre el monitor de la computadora y dirige su mirada a la fotografía de Jorge Luis Borges, él tiene sobre sus piernas a su gato Odin. Borges amaba a los gatos, tal vez veía el mundo a través de sus ojos. Odin lo sobrevivió casi diez años y se llevó la mirada de Borges con él. Borges el escritor de los laberintos, de los indescifrables senderos que se bifurcan, de los espejos y de los sueños. Mi querido Borges, todos tenemos nuestro propio laberinto: "No habrá nunca una puerta. Estas adentro/ y el alcázar abarca el universo/ y no tiene ni anverso ni reverso/ Ni extremo muro ni secreto centro."
BEPPO
El gato blanco y célibe se mira/ en la lúcida luna del espejo/ y no puede saber que esa blancura/ y esos ojos de oro que no ha visto/ nunca en la casa son su propia imagen./ ¿Quién le dirá que el otro que lo observa/ es apenas un sueño del espejo?/ Me digo que esos gatos armoniosos/ el de cristal y el de caliente sangre,/ son simulacros que concede el tiempo/ un arquetipo eterno. Así lo afirma,/ sombra también, Plotino en las Ennéadas./ ¿De qué Adán anterior al paraíso,/ de qué divinidad indescifrable/ somos los hombres un espejo roto?.
Jorge Luis Borges
*Galufi, desde el barrio de Palermo (Buenos Aires), barrio donde vivió Borges.